El día 8 de noviembre la Joven Compañía representó en la Casa de Cultura la obra teatral Praga 1941 dentro de Programa Escuelas con Memoria. Tras la actuación el grupo de teatro realizó un taller con los alumnos de 1º y 2º de bachillerato de la modalidad de Artes Escénicas.
Praga, 1941 es una obra dramática que acerca al alumnado a la Segunda Guerra Mundial, periodo histórico crucial para entender el mundo en que vivimos, razón que por sí sola justifica el interés del espéctaculo. El tratamiento del tema, puesto en relación con el presente a través de la superposición de dos planos temporales, se ajusta perfectamente al objetivo de recuperar la memoria histórica, eje del programa, actualizándola, y ello sirviéndose del desdoblamiento del actor en dos personajes próximos al público, en tanto que adolescentes de distintas épocas pero nada distantes en cuanto a sensibilidad y a lenguaje.
Sobre la interpretación del actor en monólogo que obliga al fundido del adolescente del pasado en el presente y viceversa, destaca en el montaje la escenografía, más en concreto, la iluminación, y, en cuanto a la dramaturgia, esto es, la adaptación del texto dramático a la escena, parece concebida para el lucimiento del trabajo actoral, impecable, de todo punto, aunque el resultado puede resultar (y, de hecho, resultó para nuestro alumnado, público poco formado en las convenciones teatrales), algo complicado de seguir, como monólogo de gran intensidad emocional y sin demasiadas concesiones a otros elementos que pudieran descargarla o equilibrarla.
Finalmente, es de agradecer la buena disposición de La Joven Compañía a la hora de desentrañar los entresijos del espectáculo y, sobre todo, su firme convicción en que el teatro, las artes escénicas, en general, ofrecen al ser humano posibilidades infinitas para su crecimiento como individuo y como miembro de la sociedad, es decir, por trasladar en vivo y en directo la dimensión ética de esta forma de expresión, por desgracia, cada vez más desvinculada de la realidad social en que nos hallamos inmersos.
https://drive.google.com/file/d/1e2atBaLsaeYEFyhtt0mzg2wWoAmPf0ak/view?usp=sharing
A través de esta reflexión los alumnos realizaron una valoración de la obra Praga 1941:
El tema me ha parecido el más acertado por la situación en la que nos encontramos, aparte de que es uno muy interesante para retrasar a modo de obra. Las obras de la Segunda Guerra Mundial, de normal, suelen resultar pesadas e interminables pero la manera de contar esta historia y la escenografía hace del tema algo bastante interesante. El homenaje al hecho de 1941 desde el punto de vista de un niño me parece importante para dar a conocer lo que sentían y vivían los niños de 1941, dado que sólo sabemos cómo se sentían los adultos. Valoro mucho y muy bien el trabajo de luces dado que crea una atmósfera en la sala y hace que te centres mejor en la obra. El actor principal me pareció que acertó en todos los tonos de voz y en los gestos para clavar al personaje. Que fuese un monólogo hace de la obra algo más dinámico dado que solo habla el protagonista y solo te centras en lo que él dice. El vestuario me pareció el indicado dado que es una de las cosas que más ayudan a entender una obra y su contexto. En mi punto de vista, esta obra la puede ver cualquier tipo de público y por eso la recomendaría a cualquiera, es fácil de entender y rápida de ver haciéndola bastante ligera.
Erika 2º bachillerato A
La obra Praga, 1941 se trata de un monólogo teatral que narra la historia de Peter Ginz, un joven escritor que sufrió la situación del país en la Alemania Nazi. De ese modo, se transmite la visión desde un lado más inocente, al tratarse prácticamente de un niño, que evoca más realismo y dureza a la situación que se muestra.
La importancia del recuerdo del Estado alemán en esa época es abismal, ya que provocó la muerte de millones de humanos por el simple motivo de lo que eran, de la religión a la que pertenecían o de la ideología que defendían.
El trabajo escenográfico: la luz, la puesta en escena, los elementos sonoros, etc. era totalmente adecuado y favorable en todo momento con respecto a la narrativa relatada. Además la puesta en escena del actor, y el vestuario daban forma al personaje interpretado. Personalmente también me gustan los monólogos teatrales por la pasión del actor para conllevar todo el trabajo y responsabilidad que conlleva.
En definitiva, la obra de la que trato, recalca y critica una etapa mundial, relativamente reciente, para no olvidar todas las consecuencias que algo tan horrible causó. Asimismo, lo hace desde un punto de vista más trágico; el de un niño, consiguiendo así adentrarse más en el espectador. Igualmente, todo lo decorativo, lumínico, sonoro, etc se trataba de algo trabajado, que de esa manera, ha logrado fusionar cada una de las características para crear una obra teatral que visiona la realidad de las personas que vivieron ese horror y también de concienciación sobre lo que no se debe volver a permitir por ninguna razón en ningún país.
Amalia 2º bachillerato A
La obra trata sobre Petr y se transmite mediante la imaginación de un joven llamado Daniel, un chico que vive en Praga. Todo comienza porque Daniel reconoce un dibujo que salió en televisión, ya que lo llevaba encima un astronauta que falleció en una misión espacial (el transbordador “Columbia” había sufrido un accidente al volver a la tierra tras una expedición lunar). En el dibujo se ve la Tierra vista desde el espacio. Como a Daniel le suena el dibujo y cree que hay varios similares en el trastero de su padre, va a buscar una caja en la que encuentra láminas y libretas firmadas por un tal Petr Ginz.Petr fue un chico que vivió seguramente en esa casa en 1941 cuando los nazis ocuparon la ciudad. Daniel, que tiene la misma edad que Petr, lee, sin poder creérselo, cómo era la vida en las calles por las que él pasea.
Al final le entrega todo lo que encontró a la hermana (que aún sigue con vida) de aquel niño judio con el que ha llegado a conectar.
El objetivo principal de la obra es concienciar a la gente sobre lo mal que lo pasaron los judios con los nazis. Y me parece muy bien ya que no queremos que algo así vuelva a ocurrir ya que muchísimas personas sufrieron mucho por simplemente ser diferentes.
Me gustó mucho la puesta en escena y cómo planificaron el escenario haciendo un plano de la ciudad para poder situarnos espacialmente y así poder sumergirnos más en la historia, aunque es cierto que había elementos mucho más trabajados como algunas casas (que tenían incluso lucecitas) y otros estaban menos desarrollados, pero igualmente me gustó. También me pareció muy interesante el que utilizaran humo como elemento expresivo, como para cuando hacía mucho frío o cuando la nave se estrelló. A su vez la iluminación ayudó sumamente a la integración del espectador en la historia, generando efectos lumínicos muy expresivos y a la vez atractivos visualmente. La música ambiental hizo mucho del mismo modo, con la idea de provocar al espectador esa empatía conforme a la historia, además me pareció que estaba muy bien escogida y que transmitió muy bien las emociones buscadas. Por otro lado, que la obra entera sea un monólogo tiene mucho mérito, sobre todo si es tan largo, por eso veo esto como algo que admirar y elogiar. Y en cuanto al vestuario me pareció bien planteado ya que representa lo que sucedía en la historia (como la chaqueta con el símbolo judio).
Como conclusión destacaría que la obra me parece muy bien planteada, entretenida e interesante y la recomiendo a todo el que pueda verla ya que trata de concienciar a la gente sobre lo mal que lo pasaron los judios con los nazis y es un tema que, creo que interesa para que no vuelva a ocurrir.
Lucía 2º bachillerato A
La obra “Praga, 1941” narra la historia de Petr Ginz, un chico víctima del holocausto en la República Checa, que murió a manos de los nazis en el campo de concentración de Auschwitz. Una parte que me parece muy remarcable de la obra ha sido la manera de exponer la historia, introduciendo a Daniel como narrador y así, mostrando tanto el pasado como el presente. Aunque es un tema muy complicado de tratar como es el Holocausto, siento que se ha reflejado mucho el respeto hacia la historia y sus víctimas, siendo Daniel una representación de la evolución y concienciación que deberíamos llegar a conseguir todos.
En cuanto al espectáculo, me sorprendió gratamente la puesta en escena basada en los edificios y las calles de Praga. Desde mi punto de vista, era muy estética, visual y ayudaba al espectador a sumergirse en la propia obra, como si también estuviese recorriendo las calles de la ciudad. Todo esto, fue acompañado por las luces, que hacían la experiencia mucho más real. Me llamó la atención que la obra estuviera compuesta por un monólogo, pero creo que el cambio de roles que el actor interpretaba junto al cambio de vestuario dinamizan mucho la obra.
En definitiva, me ha parecido una obra que ha conseguido hacer entretenido un tema algo complicado y quizás de no mucho interés para los jóvenes pero sin dejar de mantener el respeto, la concienciación y fidelidad a la verdadera historia. Con todo esto, animaría a ver esta historia a todo el mundo que pueda disfrutar de un espectáculo llevadero, entretenido e histórico.
Marta 2º bachillerato A